Thursday, August 31, 2006

Amarillo

Me desperté a eso del 1o para las 3 (o quizá ya eran las 3) pensando en el dolor de los reyes árabes, ¿porqué el de los reyes árabes?... talvez me parecia muy elegante, o que vivia muy lejos. Pero el verdadero dolor era el mio el cual se encontraba entre 2 hoyos, la boca del estómago y su similar, el ombligo.
Me levanté rápido y me senté, ahí justo donde los grandes pensadores son víctimas de sus mejores ideas, pero eventualmente me dieron ganas de cagar asi que me levante de los azulejos que estaban frios como la chingada, y repose mis nalgas sobre el delicado asiento del retrete.
Al fin de cuentas me recetaron una docena de pastillas, y me sodomizaron con una prohibición a ciertos alimentos, bueno un chingo de hecho. Talvez por el momento es lo mejor ya que es hora de dejar de comer cualquier porqueria que se atraviese.