Thursday, June 03, 2010

Complejos, críticas y sonidos de pedo

Ayer iba a escribir un post acerca de un video que vi donde el comentarista deportivo Carlos Albert acusa a Javier Aguirre de haberse convertido en un desgraciado dos caras.
Mi comentario en realidad era acerca de como hace unos 5 o 6 años, el programa que esta carnal tenia en el canal de televisión Radio Formula (Tele Formula se llamaba la cadena?) era una fuente bastante balanceada entre los comentarios arguenderos que se sucedian en Tv Azteca y los ortodoxos que se daban en Televisa; talvez no era un balance sino mas bien algo alternativo que por ende se sentia ¨fresco¨ por no ir tanto a las otras tendencias mencionadas.

Casi cada tarde solia ver el programa con mi papá y era mas o menos un ritual que yo regresaba de la escuela y el regresaba a comer, y asi pasabamos una hora compartiendo un momento del dia. Desde esas épocas ya sentia como este wey a pesar de dar opiniones quesque polémicas, manifestaba una personalidad pasiva-agresiva; recuerdo una entrevista que le hizo a Ricardo Lavolpe despues del mundial (o algo...) donde lo cuestionaba agresivamente acerca de decisiones tomadas o pendejadas así, y aunque sus argumentos eran validados por cosas bien pensadas, la primera cosa que pensé fue que este carnal tenia que bajarle de huevos a su cotorreo.
Esto no para generar otro comentarista sin huevos, falto de personalidad y razonamiento, simplemente porque sentia que el vato podia seguir siendo una persona crítica sin salirse de la barda. Al final de cuentas, el cuestionamiento táctico (lo que sea que eso signifique) termina siendo un pedo muy subjetivo, y en general, creo que la mayoria de los mexicanos tenemos que tomar al futbol con la mesura adecuada y no andarse yendo por la tangente también.

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Siento que soy una persona a la que le afectan al nivel de una droga los cigarros y el café. Esto tiene que ver mucho con mi sobrereflexión acerca de todo lo que me pasa, asi que cada vez que tomo café o fumo un cigarro mis pensamientos trabajan de una manera diferente, siempre con la constante de pensar demasiado. Esto se me hace un poco peculiar por el hecho de que todos los demas en mi familia son bebedores obscenos de café y jamas he hablado con ellos acerca de como esto maneja/afecta sus vidas, nada más allá del estar ¨despierto¨ o no. Si no fuera por el hecho de que por mi tercera taza empiezo a sentir algo de nauseas, fácil me veria tomando café a la Voltaire.

Tuesday, June 01, 2010

Heidi

Heidi es una bartender que trabaja en Mclean's, el bar que se encuentra frente a mi trabajo. Viene de una de esas pequeñas ciudades en Ontario que nadie sabe realmente donde esta y no es una mujer que se podria considerar muy guapa para los estandares de mujeres bartenders de la ciudad (lo cual no significa que es fea, simplemente hay mujeres demasiado atractivas trabajando en estos negocios por acá) pero se ha vuelto mi preferida despues de más de un año de conocerla.

En un grado muy leve, ser cuatacho de tu mujer bartender es como ser amigo de tu teibolera, te puede tratar muy bien pero al final de cuentas es motivado en parte por la buena propina que sabe que le dejarás, aunque esto no tiene nada de malo en realidad.
Yo siendo una de las únicas personas que va a este bar frecuentemente junto con mis coguorquers cuando no hay juegos de hockey, es ya una amistad entablada la que se ha dado; la morra se ha convertido en la rival contra quien juego más competentemente en foosball (aunque igual me pega unos buenos bailes), derrepente provee una que otra cerveza gratuitamente y también baja al callejón detras del bar a darle a un spilf durante algunos de sus descansos.

Creo que el hecho de que no sea muy muy atractiva ayuda a tener una mejor relación con ella, y sobretodo evita que vaya más seguido a este lugar en el cual ya he pasado demasiadas tardes de viernes, sin embargo ahora que lo pienso, en unas 40 veces que he pisado ese segundo piso, jamás he salido de ahí completamente hasta mi madre.