Friday, July 23, 2010

Into Eternity, reseña.

Debido al festival de cine Fantasia 2010, estaré escribiendo reseñas de las películas que veré en lo que queda del programa. Toiiiiiing.


Puedo decir que he visto una suficiente cantidad de Documentales como para decir que soy algo fan de ellos. La última vez que lloré como una nena viendo una película fue por Dear Zachary; Man on Wire y Gonzo, son de los materiales filmicos más interesantes que he visto y por razones totalmente diferentes, y todo es porque que hay algo visceral acerca de cosas e historias que suceden en nuestra realidad y son documentadas, es algo que ningun filme ficticio puede llegar a alcanzar. Por esto me decidí a ver Into Eternity, uno de los pocos documentales en este festival.

Into Eternity habla acerca de residuos nucleares, un tema que no parece lo suficientemente atractivo al verlo en una oración simple, pero que puede derivar una idea alarmante una vez que te pones a preguntar como se debe manejar la energia más peligrosa y menos reciclabe. Talvez esto sea lo más que se pueda decir de la trama sin entrar en detalles asi que empezaré a mencionar estos un poco más adelante.



Es posible que Into Eternity conduzca a una idea bastante pesimista, el film empuja un poco a ese peor escenario y casi lo da por sentado, algo asi como un documental de Michael Moore (creando a los buenos y malos) aunque no llegando por completo a ese extremo. Pero aun así, cumple con una acción vital al exponer este problema con el que cargamos al depender y haber ya utilizado de energia nuclear.


Ahora, es muy probable que jamás veas este documental, pero si piensas hacerlo, talvez quieras evitar los spoilers que empezaré a mencionar a continuación, sino, dejame te cuento...

El film se centra principalmente en esta reserva de residuos nucleares construida en Finlandia, construida kilometros y kilometros bajo la tierra, donde residuos nucleares pueden permanecer intactos de daños naturales y donde explosiones de enormes magnitudes no despertarán ninguna reacción mortal para nadie (en relación a los residuos) por 200 mil años. Si, 200 mil.
El único problema es la acción del hombre.

Al plantear este problema, es un poco terrorifico todas estas posibilades para que el hombre alcanzé estos residuos, y lo es sobretodo porque las posibilidades resultan bastante, bastante latentes. Lo único que da comfort (si asi se le puede llamar) esque ni nosotros ni los hijos de nuestros hijos estarán presentes para estar totalmente expuestos a estos problemas.

Aún asi, la película juega un poco con la culpa que te crea el pensar que hemos puesto a una sociedad bastamente lejana, expuesta a los peligros de la mierda más peligrosa de todas, la mierda nuclear. En general este es el mejor acierto de la película (que tambien resulta el motor de muchos documentales), el crear un dilema mental acerca de nuestra situación actual y divulgar algo que en no importa que medida, tiene que ser divulgado.


Epílogo.

Despúes de salir un poco impactado de esta película, fui a Boustan y comí el mejor Shish Taouk que he comido en mi vida. Derrepente mi fe en la humanidad regresó como si hubiera visto florecer a una rosa en el desierto... Conclusión: Boustan es la mamada.

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